Publicado el 17/02/2021
Luego de un tumultuoso 2020, que puso freno a las intenciones del gobierno nacional de revertir la caída libre en la que se encontraba la economía de nuestro país desde 2018, el 2021 parece ser el año en donde la administración de Alberto Fernández planea un relanzamiento de su proyecto en materia económica con redistribución del ingreso.
Urgido por un contexto que apremia, la pandemia sumado a las elecciones de medio término, está claro que nuestro país debe volver a la senda de crecimiento para legitimar la viabilidad del gobierno de la coalición TODOS.
Tenemos algunas señales de lo que se planea para reactivar la economía en base a lo planteado en el proyecto de presupuesto 2021. Se espera un crecimiento del PBI del 5,5% interanual, con una inflación en torno al 29% y un tipo de cambio hacia diciembre situado en $102,4. A esto se le añaden las recientes declaraciones del gobierno de que los salarios deben estar alineados a la inflación estipulada.
En múltiples ocasiones el ministro Guzmán remarcó que para que exista crecimiento, los salarios deben estar por encima de la inflación. Es decir, el salario real debe crecer y abandonar la tendencia negativa que presenta desde 2017 (Ver informe de Salarios Reales OPEN).
Es resumen, el gobierno pretende para este año que ∆Salarios>∆Inflación>∆TCN, esto es que los salarios reales y medidos en dólares crezcan para reactivar la economía vía demanda agregada.
¿Se puede esperar este resultado para fin de año? Desde el Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN) elaboramos un análisis econométrico para proyectar qué podemos esperar del plan esbozado por el gobierno y qué alternativas pueden existir.
Elaboramos un modelo econométrico para proyectar el devenir de la inflación en base a tres factores explicativos centrales: los salarios, el tipo de cambio y las expectativas (estos dos últimos con rezagos para mejorar la predicción). La idea central del modelo desarrollado es predecir la tasa mensual de inflación, dejando de lado el análisis de inferencia causal: es decir, no nos enfocamos en explicar las causas de la inflación sino en ajustar lo más posible el comportamiento de la serie con factores que consideramos variables de política económica (salarios, tipo de cambio y expectativas).
Siendo P la tasa de inflación mensual, wt-1 los salarios del mes anterior, tcn el tipo de cambio nominal con rezagos al mes previo y cuatro meses previos, y exp las expectativas inflacionarias con las mismas características en torno a la utilización de períodos previos.
Este modelo nos permite predecir aproximadamente el comportamiento pasado de la tasa de inflación mensual. Si bien existen algunas diferencias, sobre todo en feb-19 y mar-19, en general la trayectoria es similar lo que permite llevar a cabo un ejercicio de proyección. El siguiente gráfico muestra la comparación entre la serie de inflación mensual y la predicción del modelo:
Con la ayuda de este modelo podemos replicar la estrategia del gobierno y proyectar cómo va a ser la trayectoria mensual del nivel de precios. Si consideramos que la tasa de devaluación anual proyectada es del 25% (tasa mensual promedio del 1.5% aproximadamente desde feb-21 hasta dic-21), que el objetivo del gobierno es que las paritarias salariales se cierren en torno al 29% de ajuste (esto es un 2.2% de aumento promedio mensual de los salarios), y finalmente, que las expectativas de inflación se reducirán hasta converger en un 35% esperado interanual, podemos esperar que la inflación anual para 2021 sea del 32% aproximadamente.
Este resultado, está en línea con las declaraciones que el ministro Guzmán de que la inflación esperada para este año será más elevada que la proyectada por el presupuesto. Bajo este marco, podemos observar en primer lugar que el salario real no está por encima de la inflación como pretende el gobierno, sino que sufre una caída esperada del 3%, continuando con la tendencia negativa. Sin embargo, podemos observar que hay un incremento en el salario medido en dólares del 5%.
Entonces… ¿Es compatible este nivel de inflación con un salario más elevado? ¿Hasta qué punto es posible aumentar los salarios reales bajo el esquema planteado por el gobierno?
Para respondernos estas preguntas utilizamos el modelo explicado con la misma trayectoria para el tipo de cambio y de las expectativas, pero con una tasa de ajuste salarial anual mayor. El objetivo de este ejercicio es llevar al límite las metas planteadas por el gobierno teniendo como premisa que ∆Salarios>∆Inflación>∆TCN. Entonces se plantea una nueva trayectoria de los salarios, pero con una tasa de aumento promedio mensual del 2.5% (esto significa un incremento anual del 35%). El resultado de este ejercicio se puede observar en el siguiente cuadro comparativo:
Con una tasa de ajuste salarial del 35%, manteniendo la tasa de devaluación del 25% y las expectativas bajo el esquema previamente planteado, resulta en una tasa anual de inflación del 35%, menor a la del 2020, que permite evitar el desgaste del poder adquisitivo de los salarios, y una ganancia salarial en dólares de aproximadamente el 10%. Es decir, que bajo el esquema planteado por el gobierno, los salarios pueden recuperar mayor terreno, bajo el esquema propuesto por el OPEN, sobre todo en dólares.
Si bien este ejercicio es una modelización de la realidad, es posible observar que la propuesta salarial del gobierno no va de la mano con la idea de la recuperación salarial sino más bien con una propuesta de estabilización nominal - convergencia de precios - de la economía. Es decir, es posible que bajo este esquema se alcance algún grado de convergencia nominal hacia fines de 2021, pero sin alterar significativamente la distribución del ingreso.
Algunas consideraciones finales
Lo planteado en estas líneas tiene validez solo en caso de que las condiciones macroeconómicas externas se mantengan constantes, principalmente en lo que respecta a la cuenta corriente comercial y los términos de intercambio. En un escenario hipotético en el que se retorne al déficit de cuenta corriente, la estrategia del gobierno se verá fuertemente condicionada.
Las intenciones manifiestas del gobierno nacional son las de recuperar el delicado entramado productivo a través de un impulso a la demanda agregada vía la mejora en la distribución del ingreso (recuperación salarial). El esquema, a nuestro criterio, es endeble y solamente garantiza resultados en el aspecto vinculado a la estabilización nominal de la economía. Es decir, pareciera más un plan anti-inflacionario que de recuperación de poder adquisitivo.
Desde el OPEN venimos señalando que la inflación constituye un problema macroeconómico de gravedad, dado que ataca de manera sistemática al salario, a diferencia de períodos previos donde era un mal necesario para la generación de movilidad salarial. No obstante, es preocupante que dentro de este marco en el que se busca empezar por los sectores más postergados, pareciera que son ellos mismos quienes llevan la pesada carga de la estabilización. Por este motivo, nuestra propuesta procura, como mínimo, neutralizar el impacto negativo de esta búsqueda, igualando los salarios a la inflación, con mejora en el salario medido en dólares.
Editorial OPEN
Podés descargar el informe haciendo click acá.